Mis cámaras: Contax G2

Contax G2 + Planar 45mm f2

Resulta raro contaros maravillas de una cámara que acabo de vender, pero ahora que acabo de recopilar todo el equipo fotográfico que he usado estos años, podéis comprobar que no puedo dejar de probar nuevos sistemas. Al final del artículo os cuento un poco el por qué de todo esto.

En cualquier caso, os voy a hablar de una cámara que es un prodigio de la usabilidad, La Contax G2, y de uno de los objetivos más nítidos que se han llegado a fabricar, el Zeiss Planar 45mm f2.

Para quién no lo conozca, el sistema G de contax apareció en la segunda mitad de los 90 como un intento de renovar el mundo telemétrico con nueva tecnología: Autofocus, un visor que se adaptaba a la focal, corrección de paralelismo en enfoque cercano, soporte de «mochilas» electrónicas que registraban los datos de la toma y los imprimían en el carrete, y todo ello aderezado con objetivos de primera línea.

No es de extrañar que se situasen directamente en la gama alta (también por precio), y que muchos las consideren dignas representantes de hasta dónde llegó el mundo de los 35mm antes de su inmediato declive debido a la irrupción de lo digital.

Amanecer valverdeño (III)

La G2 es la segunda y última encarnación de este sistema. Os cuento por qué me enamoró:

  • Está pensada para trabajar en prioridad a la apertura: La apertura se fija forzosamente en el objetivo, opcionalmente se elige una velocidad (modo manual), y se dispara. Punto.
  • Trabaja con autoenfoque puntual al centro, que además es sorprendentemente rápido, gracias a trabajar con dos sistemas: Uno pasivo por detección de fase, y uno activo por infrarrojo. Tiene además el detalle de indicarte la distancia de enfoque en metros con bastante precisión.
  • El obturador es capaz de trabajar hasta 1/4000″ en manual, y 1/6000″ en prioridad a la apertura, algo muy práctico para sus objetivos luminosos, cuando trabajamos con ISOSs altos o mucha luz.
  • El visor te da el encuadre definitivo para tu objetivo, a diferencia de otros sistemas telemétricos, y lo hace tan bien que en enfoque cercano la imagen se recorta para corregir los problemas de paralelaje. Me gustan (y mucho) las telemétricas clásicas que te dan información de lo que ocurre alrededor de la foto, pero clavar siempre el encuadre también tiene su punto.
  • En general, hace exactamente lo que me gusta que haga una cámara, y lo hace estupendamente bien, pero tienes que vivir con sus limitaciones: El enfoque manual o el continuo están de adorno (mirad bien el objetivo… ¡no tiene rueda de enfoque!), dependemos completamente de las pilas (a diferencia de otros equipos químicos similares), las reparaciones pueden ser caras y complejas por la cantidad de electrónica, el sistema no destaca por su uso con iluminación artificial, etc.

Atardecer sevillano

Pero, sobre todo, me encanta su manejo. Ahí van algunos detalles:

  • La ruleta de compensación de exposición es cómoda y está bien ubicada. Justo debajo, e igualmente bien posicionado, tenemos el control de horquillado.
  • Es extremadamente sencillo fijar la exposición: Solo hay que llevar el botón de encendido (bajo el obturador) un poco a la izquierda. Mientras se quede ahí (incluso tras apagar la cámara), la velocidad parpadeará en el visor y no cambiará sola. Hay que tener cuidado, porque si cambiamos la apertura habrá que volver a hacer una medición.
  • El selector de enfoque funciona como pulsador para fijarlo, y cae justo bajo el pulgar, así que el modo de trabajo nos viene marcado: Golpe de pulgar, reencuadre, disparo.
  • En resumen, en el índice y el pulgar tenemos todo lo que necesitamos. Una vez que te acostumbras a ella, y siempre (perdondad que insista) que te guste trabajar en prioridad a la apertura, con preenfoque al centro y reencuadre, tienes la point&shoot definitiva en tu mano. Si además la iluminación te trae dudas, sólo tienes que añadir al proceso apuntar a las sombras, fijar exposición y disparar, usando solo el dedo índice.

Atardecer sevillano

Como culturilla, os comento que su hermana la G1 tiene el principal handicap de no tener enfoque activo, que tenemos una selección de fijos completa desde los 16mm a los 90mm (más un olvidable zoom), y que los podemos adaptar a cámaras CSC manteniendo el autoenfoque, así que es un sistema muy a tener en cuenta para compaginarlo con una cámara sin espejo digital.

Acabo con una curiosidad: La cámara tiene dos modos de ráfaga, uno de 2 fps y otro de 4 fps. ¿Os habéis planteado alguna vez cuánto dura un carrete si somos de gatillo fácil? Pues esto:

Un vídeo publicado por Javier Prieto (@javier_prieto) el

Y con esto llegamos al primer párrafo. ¿Por qué la vendí? No se vayan todavía, aún hay más.

Mi equipo fotográfico en 2014-2015

Los fanáticos de la autoayuda (que son unos plastas, pero a veces llevan razón) no dejan de recalcarnos que hay que convertir los problemas en oportunidades, y mis últimos cambios en equipo fotográfico han tenido mucho que ver con esto. Os haré un resumen rápido de un año de altibajos fotográficos:

  • Hace un año creí haber conseguido un kit estupendo para fotos: La maravillosa Minolta CLE para retratos y fotografía más relajada, la Sony NEX-5n como digital para todo, y para el verano una compacta sumergible, la Finepix XP70.
  • El primer día de las vacaciones de verano me robaron en un despiste la bolsa con la Minolta CLE y la Finepix XP70 que había preparado para el viaje, así que tuve que pasar las vacaciones con la Sony, que afortunadamente iba en la maleta.
  • Estas navidades, gracias a que tengo una mujer que no me la merezco, y a unos ingresos extra, volví a tener una XP70, y me hice con la Contax G2 y el 45mm. Otra vez tenía una cámara autofocus potente, aunque la vida familiar y la fotografía química me empezaban a resultar cada día más complicadas de compaginar.
  • Hace poco descubrí un arañazo en el filtro del sensor de la Sony NEX-5n. Sabiendo que el arreglarlo era muy caro, opté por una solución más barata y que me ha abierto nuevas puertas: Convertir la cámara en infrarroja.
  • Como ahora no tenía una buena cámara digital, opté por vender la Contax G2 (afortunadamente las cámaras de carrete se deprecian poco), y hacerme con una Olympus EM-5 y el 12-50mm, una cámara que llevaba enamorándome desde que salió, que se encontraba a muy buen precio tras salir su sucesora, y que aglutina todo lo que necesito: Objetivos estupendos, un cuerpo resistente y sellado para llevarla a todas partes, un zoom versátil y casi macro, portabilidad y usabilidad, y calidad por encima de toda la duda.
  • Ahora me encuentro con un kit bastante balanceado: La Olympus E-M5 tiene todo lo que necesito (el 12-50mm y el 45/1.8 hacen además una pareja estupenda), la Finepix XP70 me permite ir a la playa o la piscina sin miedo, y sigo teniendo cámaras de carrete para disfrutar cuando me apetezca.

¿Aguantaré mucho tiempo con este kit? Ya os contaré :)

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