Análisis del álbum de fotos de Saal Digital

Hacía ya bastante tiempo que no analizaba un producto fotográfico, y ciertamente es la primera vez que hablo de una impresión a papel, pero precisamente eso fue lo que me animó a solicitar un album de pruebas a Saal Digital. En cualquier caso, quería tener un álbum con fotos familiares de los últimos años, así que así mataba dos pájaros de un tiro. Y… ¡qué leches! Me descuentan 40€ a cambio de un análisis sin condiciones del producto. Parece justo ;-)

Yo elegí un formato cuadrado de 28x28cm, que personalmente me parece bastante cómodo, ya que iba a mezclar fotos de distintos formatos, así que no quería que hubiera diferencias en las medidas horizontales y verticales. La apertura a 180º permite además trabajar con formatos panorámicos (en este caso, de 56x28cm).

La aplicación

Mi caso era complicado: iba a maquetar el álbum en vacaciones, en un portátil Mac antiguo con la pantalla sin calibrar, y cuando tuviera WIFI lo enviaría para recogerlo a la vuelta. Las fotos las había preparado en un PC con Windows 10 con monitor IPS calibrado, pero durante la edición «iría a ciegas» en cuanto a la reproducción de color.

PaginasVacias

Al ser un álbum familiar tenía fotografías de todo tipo, hechas con varios tipos de compactas y CSC estándar, infrarrojas, y submarinas, con móviles, e incluso varios escaneos de negativos y diapositivas (incluyendo algún carrete extraño como el Lomography Purple).

El software trabaja indistintamente en ambos sistemas (Windows y Mac), con ficheros compatibles entre plataformas, aunque he tenido problemas al no utilizar una fuente disponbile en ambos sistemas, algo que por supuesto no es achacable al programa. Además, es de agradecer que el proyecto incluye todas las imágenes incrustadas, de manera que podemos cambiarlo de ubicación o incluso de equipo llevándonos toda la información. Mi álbum, de 30 páginas, pesa unos 356Mb, y mi manera de trabajar fue exportando el proyecto a una carpeta en Dropbox cuando tenía ocasión.

Un problema importante a la hora de trabajar offline es que toda la ayuda funciona con páginas web. En versiones posteriores del producto sería de agradecer que incluyan una versión cacheada en la instalación para estos casos.

El software es bastante completo y cómodo de utilizar. Tiene una serie de plantillas predefinidas (tampoco demasiadas), y un montón de cliparts, aunque yo opté por colocarlo todo a mano. Todas las horizontales y verticales (márgenes de página, bordes de foto, división entre páginas, etc.), funcionan como guías magnéticas, así que es relativamente fácil trabajar sin preocupaciones de que quede algún hueco en blanco.

Entre las opciones que tampoco utilicé están el rellenado automático del álbum desde una carpeta con fotos (muy práctico para fotos familiares), el reordenado aleatorio de fotos, etc. En general, es fácil tener un trabajo simple hecho casi automáticamente, si es lo que buscamos.

La manera natural de trabajar es la doble página, y el espacio de trabajo está relativamente limpio, aunque se agradece tener un buen monitor para no tener que andar minimizando paneles. Cada objeto tiene sus propiedades (bordes para las imágenes, sombras para el texto, etc.), y si hemos maquetado alguna vez nos adaptaremos rápidamente.

PantallaCompleta

Un punto que me confundió bastante es que en todas las páginas hay un doble margen: el borde de la página como tal, y un borde interior de color morado que indica la marca de corte. Por el sistema de impresión no se asegura exactamente el punto de corte, así que aconsejan trabajar con el borde exterior para evitar problemas. Con el álbum resultante delante, veo que efectivamente en cada página el corte de la foto está en un punto distinto entre ambos, así que es mejor seguir su consejo. A mi parte más obsesiva compulsiva le habría gustado tener una precisión absoluta en este punto.

Igualmente, vi poca ayuda en cuanto a la portada y la contraportada, y en qué punto exacto se ubicaría el lomo del libro. En mi caso opté por abrir un diseño predeterminado, copiar algunos objetos de la portada, y adaptarlos a mi caso, pero agradecería una ayuda más completa en este apartado. Al fin y al cabo, el lomo será la carta de presentación del álbum en nuestra biblioteca, y debe quedar perfectamente cuadrado.

Una vez finalizado el trabajo, el propio software integra el módulo de compra: Se nos ofrecen todas las alternativas posibles, afectando en tiempo real al precio, y se procede directamente a la compra.

En resumen, un notable muy alto para la aplicación, con pocos puntos en contra: Se trata de todo un software de maquetación, versátil y con muchas opciones, así que aunque haya puntos por pulir, son más que asumibles.

El álbum

OpcionesAlbum

Dentro de las opciones para álbumes digitales de este tamaño, elegí las siguientes:

  • Tapas brillantes – En este caso prefería un acabado llamativo. Además de la opción mate, por 20€ más podemos elegir varios acabados en simil piel, para trabajos más sobrios.
  • Tapas acolchadas – El tacto me resulta mucho más agradable: Cinco euros bien invertidos.
  • Páginas interiores mate – El brillo está bien para las tapas, pero en el interior no me gusta que me molesten los reflejos de luces cercanas.
  • Con código de barras – En trabajos delicados con clientes, por 5€ podemos eliminarlo, pero para usos personales o presupuestos ajustados no hay ninguna molestia en una pequeña etiqueta en el dorso que prácticamente pasa desapercibida.
  • Sin caja para regalo – Veinte euros. No puedo hablar de ella.

El total, para mi álbum de 30 páginas en formato cuadrado, fue de 47,75€ más 4,95€ de gastos de envío. No es desde luego el proveedor más barato pero tampoco el más caro, y como veremos la calidad es bastante buena.

Más o menos me tardó una semana en llegar: Entró en producción un lunes, y el Jueves se envió a mensajería, llegando desde Alemania a Sevilla el lunes siguiente, y pasando a entrega en mi pueblo al día siguiente.

El álbum llega envuelto en un film transparente, que a su vez está envuelto en un papel blanco de protección, que finalmente va en la caja de cartón. Me parece protección suficiente y, de hecho, pese a que había algún bollo en alguna esquina del cartón, por dentro venía impoluto.

Las páginas son gruesas y las portadas acolchadas son, como decía, aconsejables para mi gusto. No hay guardas, así que tras la portada y la contraportada tenemos directamente la primera y última hoja del álbum. Habría sido de agradecer una opción para los que no les guste este punto, más barata y simple que dejar en blanco estas páginas.

La reproducción de color me parece perfecta. Para usos más profesionales podemos pedir el envío de muestras previas para comparar con nuestra calibración, pero en mi caso debo decir que a simple vista está clavada la imagen del monitor con el resultado impreso.

El papel reproduce los tonos desde los más claros a los más oscuros, y el nivel de detalle es muy bueno, tanto que en papel veo perfectamente algunos errores de foco o el grano de las imágenes de ISOs altos, que en mi monitor Full HD son difíciles de apreciar. Pese a que han pasado unas cuantas manos sobre el papel, no veo ningún tipo de huella, ni en la portada brillante ni en el interior mate.

He aprovechado en bastantes páginas la apertura a 180º, utilizando imágenes completas como fondo, y colocando (o no) otras sobre ellas en recuadros. Tal y como prometen, podemos abrir perfectamente el album del todo para apreciarlas y no se nota salto alguno entre una y otra página. Los 16mpx de mis cámaras, por cierto, han aguantado perfectamente la prueba, en normal y en infrarrojo.

En resumen

Podéis encontrar análisis más sesudos y completos en la red (como en mi querida Xataka Foto), así que me centraré en mi experiencia. Repitiendo una vez más que la impresión a papel no es mi fuerte, estoy bastante contento con el resultado: El precio no es ninguna locura (además, veo que constantemente están sacando promociones), la impresión es excelente y fiable, y tenemos multitud de opciones, tantas que incluso podemos acabar un poco abrumados.

Personalmente, para pequeñas impresiones prefiero siempre que pueda acercarme a un laboratorio y hacer el trabajo directamente con ellos, pero en este caso en que tenemos que hacer un trabajo previo de maquetación desde casa no descartaría repetir, aunque me gustaría probar antes otras alternativas bien conocidas como Hoffman, Snappybook, etc.

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