La mujer que susurraba a los gatitos
En casa de unos amigos, estuve haciéndole fotos a Pipi, una gatita ciega que acogieron después de haber vivido 8 años en una casa en ruinas, con su dueña Bego. Como no suelo hacer retratos, tenía ganas de probar cómo quedaba alguno en clave alta, y ya que esta toma salió blandita (¡no se lo contéis a nadie!) se prestaba a darle un pelín de desefonque.
La sesión de fotos, en realidad, tenía un motivo concreto, así que ya os lo enseñaré más fotos cuando toque