compuesto y sin cámara
Al final, me decidí a vender mi Nikon D70, para lanzarme a por la Konika-Minolta Dynax 5D (en la foto, en su versión plateada, que me da a mí que va a ser bastante complicada de encontrar), perdiéndole dinero ahora pero esperando ganarlo a la larga (la Minolta estabiliza sóla los objetivos, mientras que los objetivos estabilizados de la Nikon tienen precios bastante prohibitivos para un aficionado).
Lo curioso de no tener cámara después de tanto tiempo es que ahora más que mono tengo una cierta sensación de alivio, con eso de que, en cualquier celebración, nadie va a esperar de mí que esté continuamente sacando fotos, y que además sean las mejores de todos los invitados, por aquello de que la mía (con perdón) es la más grande. Supongo que nadie espera que, a lo mejor, sólo me gusten los paisajes y no disfrute nada con la fotografía social.
Con los cámaras grandes, de todas formas, hay bastantes historias. Recuerdo que alguien en un foro hablaba de que, cuando hacía fotos con la reflex mirando por el visor, o cuando cambiaba los objetivos, sus amigos decían que era curioso que lo hiciese «como en las cámaras de antes». Otro aficionado decía que no le habían dejado llevar su reflex (que con un objetivo luminoso y un ISO alto le habría permitido hacer buenas fotos sin flash, aprovechando la iluminación del escenario), por ser demasiado buena, mientras el resto de la gente freía a flashazos al cantante para llevarse la típica foto de coronillas iluminadas y escenarios tenebrosos al fondo.
Por mi parte, también he vivido situaciones difíciles de comprender, como que en la Catedral de Córdoba no dejaran hacer fotos con trípode, pero sí con flash, supongo que para evitar que la gente hiciese buenas fotos. Ese es uno de los motivos por el que me interesa tener angulares estabilizados, que normalmente suelen tener poco éxito.
Volviendo a la vida sin cámara, también paso ahora por otro fenómeno curioso, y es el miedo a viajar por sitios bonitos sin poder llevarme ningún recuerdo. Ahora tengo ganas de ir por sitios que conozco, o de los que ya tengo foto, porque… ¿y si hago un viaje chulísimo, o vivo alguna situación que no pueda repetir, y no tengo cámara para fotografiarlo?
Bueno, vale… puede que tenga algo de mono todavía