aniversarios frikis
Todos los medios de comunicación se hicieron eco ayer del Día del Orgullo Friki, que este año se engalana especialmente por el 30 aniversario de Star Wars. A mí, la verdad, este año me ha calado más hondo otro aniversario, el de mi querido ZX Spectrum, que un mes antes cumplió unos ya respetables 25 añitos.
Porque, vale, Star Wars fue una película que marcó un antes y un después en muchas cosas (la fusión de otros géneros con la ciencia ficción, el merchandising como fuente de ingresos más importante que la taquilla, etc.), pero al fin y al cabo, uno puede dedicar un maratón de un fin de semana y disfrutar las dos trilogías enteras, del tirón, si la salud se lo permite, y tener con eso una culturilla suficiente como para hablarle de tú a tú a los superfrikis de la saga. Vale que luego uno tiene cientos de libros, comics, webs, curiosidades, y otras cosillas por disfrutar, pero la esencia de la saga se resume en unas cuantas horas de vídeo.
Lo que mi Speccy le dio a mi infancia, en cambio, no se puede resumir sino en años de recuerdos, de R Tape Loading Errors, de tardes con los amigos probando juegos, de horas de intercambio cultural en el mercadillo de La Alameda, de miles de líneas de código en BASIC y alguna de código máquina, de kilos y kilos de revistas españolas y otros tantos de magazines ingleses, y de muchas, muchas, muchísimas horas de conversación con esa tableta de chocolate venida a más a través del renovado teclado de mi Spectrum Plus.
En mi caso, el Speccy me pegó bien duro de primeras: cayó con la pasta de la comunión a los 8 años, y me acompañó durante toda la adolescencia, conviviendo en su momento con un Atari ST 520, y cayendo rendido ante un compatible PC con el tiempo justo para que no sufriera su rápida decadencia. Después de un tiempo de espera, que no de olvido, revivió en mi casa con los emuladores, y entre cintas y disquetes conseguí rescatar cerca de 1000 juegos de mi colección, que luego se vieron aumentados en otros tantos entre los amigos y el club de Spectrum de la FIE (ahora también muerta y resucitada como EII). Todavía ahora los rescato de vez en cuando en el movil y en los emuladores online de World of Spectrum.
Mi infancia no serán los recuerdos de un patio sevillano, pero no se quedan muy atrás. Espero seguir muchos años recordando a nuestro colega Speccy con los buenos amigos que todavía siguen dando guerra, y no olvidarme de los que se quedaron en el camino.