buscadores y egocentrismo

A través del contador, de vez en cuando voy viendo con qué búsquedas llega la gente a esta web. La más común es «ganso«, y de hecho, desde que rediseñé la web por última vez, he estado siempre en la primera o segunda posición cuando buscas ese término en Google. Eso me da que pensar que la utilidad de los buscadores es relativa, porque cualquiera que quiera averiguar algo sobre ese animal sólo encuentra un link que realmente hable de él en la primera página de búsquedas, y es en tercera posición.

Peor aún es buscas «nido«: ahí estoy de nuevo (ahora en una quinta posición), y no veo ni una sóla web sobre nidos de aves al primer vistazo.

Si me quiero buscar a mí mismo, lo primero que pensaría es en mi nombre. Craso error: buscando por «javier prieto» no me encuentro en ningún sitio, pero descubro que tengo un tocayo cantautor y otro fotógrafo taurino. Por lo menos, en cierta parte, tocamos los mismos palos. Podría ser peor, aunque sus direcciones son bastante menos crípticas que la mía.

Buscando por «goose’s nest» la cagamos igualmente: acabo de averiguar que le he pisado el nombre a un blog de opinión y humor, que otra vez me gana en claridad en la URL, y que también toca temas más o menos parecidos. Además descubro que hay unas cuantas tiendas, asociaciones, y páginas con el mismo nombre. Viva la originalidad.

Si a veces las búsquedas te llevan a sitios a través de asociaciones de ideas que rozan el surrealismo, lo peor viene mirando las maneras en las que la gente ha llegado a mi web. A saber:

• «qué ocurre en el mundo» – Esta búsqueda me dejó frito, lo reconozco. Según Google, soy la respuesta a esa pregunta: el número uno mundial. No me quiero imaginar la cara de quien usó esa búsqueda y llegó a mi web. Si lo estás leyendo, espero que estés aquí para quedarte
• «rituales satanicos y fotografias» – ¿De verdad hay gente que busca estas cosas en la red? ¡Menos mal que no salgo en portada esta vez!
• «pirateo office» – Toma ya. Yo predicando lo contrario, y vienen buscando números de serie. A ver si hay suerte y se pasó a OpenOffice por mi culpa.
• «gays gitanos» – Record absoluto en surrealismo. Sin comentarios.

Todavía no sé si he sacado una conclusión de todo esto, pero me voy a arriesgar con dos conejos: El primero es que hay que saber buscar en Google, especificando mucho la búsqueda, y el segundo es llenar tu blog con textos que tengan muchas muchas palabras distintas. Así habrá más posibilidades de que alguien se pierda por Internet y te de una visita de rebote.