¿aumentando la productividad?
Hace poco he visto referencias en varios medios a una prueba bastante curiosa: enfrentar a un ordenador del 86 y uno del 2007 en las mismas tareas básicas de ofimática. Ignorando un poco los temas de PC vs. Mac, o quién gana en qué prueba concreta, que creo que aquí tienen poca relevancia, el resultado importante para mí es que los tiempos son similares y siempre de la misma magnitud.
Es cierto que la prueba ha obviado otras tareas básicas que ahora mismo hacemos continuamente, desde opciones concretas como el corrector ortográfico (que creo recordar que por el 86 no estaba integrado con el Word, aunque mi Word Perfect para DOS sí que lo tenía) como otros conceptos como el WYSIWYG, o la integración de las herramientas locales con La Red. No creo que eso invalide este test, porque al fin y al cabo lo que viene a demostrar es un concepto más global: ¿Qué coño hemos estado haciendo estos años para los administrativos que utilizan el PC básicamente para abrir y editar documentos simples?
Yo creo que, efectivamente, hemos hecho demasiado el capullo, y se nos ha ido un poco el santo al cielo mariconeando con los interfaces gráficos cuando las promesas ya estaban sobre la mesa hace 20 años: arranque instantáneo del sistema operativo, aplicaciones cargadas íntegramente en la RAM, recuperación automática ante fallos, etc. ¿Por qué mi PC de sobremesa no tiene tantos elementos redundantes como un servidor de gama baja de hace 10 años que puedo comprar en eBay por menos de lo que me cuesta una tarjeta gráfica decente? ¿Por qué es casi imposible comprar un monitor por menos de 100€, cuando los CRT se están tirando a los contenedores de basura? ¿Por qué, si quiero un ordenador de poca potencia pero con disipación pasiva o muy bajo consumo, tengo que buscar tecnología de hace un porrón de años, o buscarme un barebone o un portátil, que quizá no son lo que necesito?
Como en muchas otras áreas, desgraciadamente en la informática nos crean primero la necesidad para después vendernos el producto, y aquí estoy yo, deseando comprarme un bicho que sobrepasa con mucho mis necesidades porque cambiarme de cámara de fotos y de filosofía de trabajo hace que necesite mucha más potencia y capacidad de almacenamiento para hacer lo que ya hacía hace mucho tiempo. C’est la vie
Espero que, con un poco de suerte, los entornos web nos saquen del atolladero: ahora mismo utilizo mi portátil del 2001 para casi todo, gracias a las aplicaciones que ahora llaman Web 2.0, y que poco tienen que ver con los colores pastel o con el uso o no de tecnología Ajax. ¿Vendrán los terminales ligeros por fin al rescate del usuario básico de ordenadores?